20 abril 2008

una anecdota cualquiera


Todos los mexicanos sabemos que en
nuestro querido país suceden cosas que ni al caso, algo al puro estilo
de la filosofía popular con la frase “Lo que uno no puede ver, en su casa lo ha de tener”

Me he encontrado el siguiente relato y
que de verdad que hay que ser muy inteligente para hacer esto ya que
como buen mexicano esa creatividad que nos distingue hay que hacerla
relucir en este tipo de emergencias.

Yo tengo un sueño muy liviano, y en
una de esas noches noté que había alguien andando sigilosamente por el
jardín de la casa. Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los
leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la
ventana del baño. Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas
trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba
claro que no iba a dejar al ladrón ahí, contemplándolo tranquilamente.

Llamé a la policía e informé la situación y di mi dirección.
Me preguntaron si el ladrón estaba armado; de qué calibre era el arma, si estaba solo, etc. o si ya estaba dentro de la casa.

Aclaré que no y que de las características del arma no sabia nada.

Me dijeron que no había ningún patrullero para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en el momento que fuera posible.
Que si pasaba algo que volviera a llamar.!!!!!

Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz calmada:
Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay
necesidad de que se apuren. Yo ya maté al tipo con un tiro de escopeta
calibre 12, que tengo guardada para estas situaciones. Y el tiro se lo
pegué en la cabeza!… le volé la cabeza y ahora sus sesos están regados
por el jardín…

Pasados menos de tres minutos, había en mi calle 5 patrulleros de la Policía
Federal Preventiva; un helicóptero de la PGR ; 1 unidad de bomberos, el
defensor del pueblo, 2 patrullas de la AFI, un equipo de reporteros de
Televisión; fotógrafos y un grupo de los derechos humanos, que no se
perderían esto por nada del mundo.

Ellos agarraron al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo
con cara de WHAT (asombro). Tal vez el ladrón pensó que era la casa del
Jefe de Policía.

-En medio del tumulto, un Oficial se aproximó y me dijo: -’Creí que había dicho que había matado al ladrón.’
-Yo le contesté: ‘Creí que me habían dicho que no había nadie disponible.’

Relato encontrado en la Red, Créditos A Quien Correspondan.



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